Héctor A. Gil Müller

Bienvenido a este espacio de reflexión, donde lo único que se pretende es que veamos las mismas realidades pero con diferentes ojos.

sábado, 5 de septiembre de 2009

El dormir y la personalidad

El profesor Chris Idzikowski, director del Sleep Assessment and Advisory Service, ha analizado las posturas más comunes a la hora de dormir – y ha encontrado que cada una de ellas está particularmente relacionada con un tipo de personalidad.
Las posiciones estudiadas por este personaje son:
El Feto (The Foetus) 41%: Los que duermen en pose fetal aparentan ser fuertes pero en realidad son sensibles. Cuando conocen gente suelen ser tímidos al principio, pero enseguida se sueltan. Esta es la postura más común, usada por el 41% de la gente que tomó parte en el estudio.
El Tronco (The Log) 15%: Tumbado de lado con ambos brazos alineados hacia abajo con tu cuerpo. Los que duermen así son gente extrovertida y sociable, les encanta formar parte de grupos sociales, y se fian de los desconocidos. Por otra parte, pueden ser ingenuos.
El Anhelo (The yearner) 13%: La gente que duerme de lado con los brazos estirados al frente suelen tener una naturaleza abierta, aunque también pueden ser recelosos y cínicos. Son lentos a la hora de tomar decisiones, pero una vez tomadas es muy difícil hacerles cambiar de opinión.
El Soldado (The Soldier) 8%: Tumbado sobre la espalda con los brazos estirados. Son generalmente reservados y no les gustan los alborotos. Suelen fijarse grandes metas.
La Caída Libre (Freefall) 7%: Tumbado boca-abajo con los brazos alrededor de la almohada. Es gente sociable, descarada, neurótica, a veces susceptible, y odian las críticas y las situaciones extremas.
La Estrella de Mar (Starfish) 5%: Tumbado boca-arriba con los brazos encima de la almohada. Los que duermen así son buenos amigos, pues siempre están dispuestos a escuchar los otros, y de proporcionarles ayuda cuando la necesiten. No les suele gustar ser el centro de atención.
El professor Idzikowski también examinó el efecto de algunas poses en la salud:
Llegó a la conclusión de que la posición de la caída libre (freefall) favorece la digestión, mientras que la estrella de mar y el soldado pueden provocar ronquidos y una mala noche sin descansar.
Fuente: Sleep position

Bond, Mozart Bond

Les presento un corto breve del espectáculo "A Little Nightmare Music", donde participan Aleksey Igudesman y Richard Hyung-ki Joo quienes han divertido combinando el virtuosismo y la comedia. Este show, fue presentado por primera vez durante el 2004, pueden observar otro corto en I will survive aqui en este blogg, o visitar su página en www.igudesmanandjoo.com.


Disney compra Marvel

La noticia estos ultimos dias ha sido, Disney compra Marvel entertainment, 4,000 millones de dolares fue la contraprestación pactada, pero lo interesante es la carga simbolica que ambas compañias tienen, una cuyo mercado es el niño, la otra el adolescente o aquellos "peter pan". Tiene su encanto el chiste adjunto

viernes, 4 de septiembre de 2009

I will survive (de otra forma)

jueves, 3 de septiembre de 2009

Sobre creer cosas extrañas

martes, 1 de septiembre de 2009

Como destruir una idea

Les ofrezco un catalogo de estrategias que destruyen las ideas en una organización, ha estado circulando por la web y creo que vale la pena medir el impacto de cada una de estas acciones en nuestra propio sistema.
1. Ignorarla. Poner un silencio de muerte a toda propuesta desanimará a su autor, aunque sea de los más curtidos.
2. Eludirla. Se presiente la llegada de una idea a la vista del apuro y de la ansiedad del que se prepara a exponerla. Cambiar de tema, levantar la sesión, hacerse el tonto, son modos para evitar que prospere.
3. Despreciarla. Es muy eficaz levantar una ceja y decir con voz dulce y tono de asombro “no dirás esto en serio”.
4. Ridiculizarla. Decir riendo “Oh, está muy bien, habrás tenido que velar toda la noche para tener esa idea”. Si, por casualidad, esto es verdad, es aún más gracioso.
5. Elogiarla. Una avalancha de elogios hará que todos aborrezcan la idea, incluso su autor.
6. Propagar que no es nueva. Si se consigue dar a la idea un cierto parentesco con otra ya conocida, el hecho de que ésta pueda ser mejor pasará inadvertida.
7. Hacer ver que no va con la política de la empresa. Como nadie sabe cuál es esa política, no se corre ningún riesgo de ser contradicho.
8. Hablar de lo que va a costar. Como las ganancias son imaginarias y el costo es inmediato y real, la idea se pondrá en entredicho. Si poner en marcha la idea resulta gratuito, será fácil advertir que lo que no cuesta nada no vale gran cosa.
9. Decir que ya se ha ensayado antes. Esta ofensiva es particularmente eficaz cuando la idea viene de un novato, ya que se sentirá que no está al corriente.
10. Arrojar la duda sobre ella. Comentarios de tipo “¿No es un poco extravagante? ¿Nos conviene tanta sofisticación? ¿No resulta pretenciosa?…” resultan muy eficaces.
11. Hacer una contrapropuesta que la bloquee. Si la contrapropuesta cuenta con el apoyo mayoritario, no será difícil disuadir al inventor.
12. Modificarla sucesivamente. Este método es muy elegante. Los retoques crean la ilusión al autor de que su idea es tenida en cuenta, ya que parece que se pretende dar cuerpo a la iniciativa.
13. Poner en duda la paternidad de la idea. “¿No había hecho ya Javier una propuesta parecida a la que ahora hace Enrique?” Mientras todo el mundo busca al primero que pensó en ella, la idea puede expirar por falta de oxígeno.
14. Condenarla por asociación de ideas. Si se consigue asociarla, aunque sea de refilón, con la bestia negra del grupo, se habrá ganado la partida.
15. Desmontarla para ponerla en piezas. Si se manipula la idea durante el tiempo suficiente no quedará de ella más que los despojos.
16. Atacar personalmente al autor. Mientras el inventor se repone de la descalificación, la idea habrá pasado al limbo.
17. Sostener que se opone a algún oscuro reglamento. Aunque la legislación no afecte directamente a la idea en cuestión, quedará la sospecha de que es irrealizable por ilegal.
18. Posponer la idea en el tiempo. Decir que ya se estudiará en una reunión próxima o que se volverá a poner en el tapete en el próximo ejercicio resulta muy eficaz.
19. Encargar a una comisión que la examine. Si la comisión nunca se constituye, si el presidente es quien se opone a la idea, se está compuesta por muchos miembros y si tiene plazos de tiempo muy flexibles, la idea estará enterrada antes de nacer.
20. Animar a su autor a que la mejore. Si la primera era buena, será largo y desalentador. Si pese a ello encuentra otra mejor, se vuelve a empezar.
Hay personas que se sienten agraviadas por la inteligencia de otros. Condenar, enterrar sus ideas les ahorra el deber de aplaudirlas, el esfuerzo de llevarlas a la práctica y la evidencia de su torpeza.

lunes, 31 de agosto de 2009

Una vista (diferente) a la AH1N1

Nick Vujicic

domingo, 30 de agosto de 2009

La vida en cuatro botellas